lunes, 29 de noviembre de 2010

domingo, 21 de noviembre de 2010

lo que matías sabe...

Tantos siglos se ha hablado sobre esto. Tantos astrónomos han querido dar sus teorías. Tantos durante mucho tiempo se han pasado horas mirando al cielo. Veían y se sorprendían de los cambios de la luna. A veces grande, a veces pequeña. Dicen que los hombres se pasaban noches enteras mirando con sus raros y estrafalarios aparatos como la luna, noche tras noche, decidía cambiarse de forma. Y los hombres, curiosos como siempre, se preguntaban por qué cambiaba, hasta que un día cualquiera, alguien dijo que si la luna cambiaba su forma era por la sombra de la tierra. ¿Por la sombra de la tierra? –se preguntaron todos-. Si, dijo este humilde hombre. Por la sombra de la tierra.
Pero claro, en realidad yo siempre tuve mis dudas. Bueno, casi siempre porque un día, no sé qué día exactamente, cuando yo era aún muy pequeño y miraba como esos hombres curiosos a la luna cambiar de forma, mi padre vino y me contó la verdad. Así que ahora les cuento lo que yo sé: “Noche tras noche, cientos de pequeñas navecitas de muchos colores con marcianitos abordo, se acercan hasta la luna para darle de comer y por eso se pone tan, pero tan, gorda que pareciera que no entra en el cielo. Y bueno, cuando  veas a la luna pequeña, es porque los marcianitos quizás fueron a alimentar a otras lunas y se olvidaron de esta por un tiempito, pero no te preocupes que ya volverán y verás a la luna crecer nuevamente. Ah y otra cosa, cuando quieras ver que esto es cierto, fijate muy bien porque en las noches claras podrás ver a las navecitas acercarse una y otra vez para darle de comer a esta luna blanca y preciosa.

Matías Nahuel Ferreyra


lunes, 15 de noviembre de 2010

la invitación...

 " La luna no obliga a que el sol brille en la noche, sólo lo invita y él lentamente llega... "



Bett.



lunes, 1 de noviembre de 2010